Todo sobre la sal

Todo sobre la sal

Tras el éxito del artículo que publicamos semanas anteriores llamado Todo sobre el azúcar vamos a ver algunos secretos de la sal, otro elemento muy común en nuestra dieta.

¿Qué debemos saber sobre la sal?

La sal común es un elemento que aparece en la naturaleza y también se conoce como Cloruro de Sodio (NaCl) ya que en su composición encontramos cloro (Cl) y sodio (Na), dos minerales muy importantes en nuestra dieta.

¿Cuánta sal podemos tomar al día?

No debemos exceder la cantidad de 5 o 6 gramos de sal al día, lo cual no significa que podamos añadir esta cantidad a nuestras preparaciones, ya que muchos de los alimentos que tomamos llevan sal. Algunos de los alimentos que llevan sal son el pan, las conservas, alimentos curados, fiambres, quesos, los encurtidos y la mayoría de los alimentos y salsas industriales (si os fijáis en los etiquetados os sorprenderá ver como hasta los alimentos de sabor dulce llevan sal en su composición).

En lugar de volvernos locos contando la sal que consumimos diariamente, lo más recomendado es añadir cantidades moderadas de sal a nuestras preparaciones, añadir lo mínimo pero sin retirarla del todo (salvo prescripción médica).

Para seguir disfrutando de alimentos sabrosos pero con menos sal, podéis recurrir a los trucos que usamos en MenuDiet para dar sabor a las comidas sin excedernos en la sal que consisten en usar especias, limón, vino, vinagres, hortalizas rehogadas, sofritos, etc.

¿La sal engorda?

La sal no tiene calorías pero sí es cierto que nos hace pesar más y sentirnos más hinchados. Esto ocurre, porque nos hace retener una mayor cantidad de líquidos y aunque los líquidos no se pueden considerar “gordura” (porque no es grasa), aumentarán el peso de la báscula notablemente (porque el agua retenida en nuestro organismo también pesa), lo cual puede resultar bastante frustrante durante el periodo de adelgazamiento.

¿El exceso de consumo de sal es peligroso?

Sí, muy peligroso. Un consumo excesivo y continuado de sal reduce notablemente la esperanza de vida y el bienestar físico y mental.

Lo más conocido es que la sal causa hipertensión y enfermedades relacionadas con el corazón y el sistema vascular en general. Sin embargo los efectos negativos pueden aparecer a muchos niveles. Por ejemplo, en personas que llevan una dieta rica en sal puede aparecer acidez metabólica que nos llevará a una excreción exagerada de calcio que desembocará en enfermedades óseas como la osteoporosis. Además, está muy relacionado con la aparición de enfermedades crónicas y problemas a nivel de los riñones.

¿Es peligroso llevar una dieta sin sal?

Este punto es delicado. Nuestro cuerpo necesita sal, ya que hemos visto que es un elemento formado por Cloro y Sodio, ambas sustancias de gran importancia para nuestro cuerpo. Estos dos elementos aparecen también en los alimentos de forma natural, por lo que si llevamos una dieta variada y equilibrada sin nada de sal añadida, no se daría ningún problema de salud.

Sin embargo, en dietas incompletas y escasas, si no tomamos nada de sal sí se pueden dar problemas. La tendencia de la sociedad hacia la vida saludable y el “cuerpo 10” a veces lleva a las personas a poner su cuerpo al límite cuando en realidad lo que buscan es llevar una dieta saludable. Veamos un ejemplo muy común:

En personas muy obsesivas o con trastornos de la alimentación (como la anorexia o la ortorexia) es común que la alimentación sea realmente escasa y sin sal, pero muy rica en frutas y hortalizas. Estos alimentos son muy sanos, pero su contenido en potasio es elevado y el potasio es capaz de aumentar la excreción de sodio de nuestro cuerpo.

Cuando llevamos una dieta normal en cantidad y variedad, el potasio tiene una función muy beneficiosa, porque al ayudarnos a eliminar el exceso de sodio nos ayuda a mantener a raya la retención de líquidos y el equilibrio de nuestro medio interno. Pero una dieta con mucho potasio y poco sal puede ser peligrosa, porque los niveles de sodio pueden bajar demasiado. A esto hay que sumarle una tendencia también común éste tipo de personas, el ejercicio físico. Esto es algo también muy conveniente en una situación normal, pero como ya vimos semanas anteriores, a través del sudor se elimina sodio, lo cual puede llegar a reducir aún más los niveles de sodio.

Cuando los niveles de sodio bajan demasiado se produce la llamada Hiponetremia que puede cursar con síntomas leves como vómitos, malestar, dolor de cabeza o irritabilidad, hasta síntomas realmente graves como calambres, convulsiones, confusión, disminución del estado de consciencia y coma.

La sal baja en sodio que encontramos en farmacias y herbolarios, ¿es una solución?

Las sales bajas en sodio tienen menos sabor que la sal común, por lo que al final las personas que recurren a esta solución tienden a añadir más cantidad y en consecuencia, el contenido de sodio del plato será muy similar.

Es bueno habituar al paladar a comidas poco saladas y bien condimentadas con otros ingredientes como ajo, cebolla, pimiento, especias, vinagretas caseras, etc. Incluso, podemos hacer uso en la cocina de algunas bebidas fermentadas como el vino o la cerveza para darle sabor o de frutas, como las salsas de mango o naranja, que van genial con carnes y pescados.

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