Tipos de leche. ¿Cuál es la mejor?

Tipos de leche. ¿Cuál es la mejor?

Con el aumento de la oferta de leches de diferentes tipos cada día son más los pacientes que nos preguntan las diferencias entre unas leches animales y otras, por lo que en este artículo haremos una comparación de los tres tipos de leches más habituales: Vaca, cabra y oveja.

Aunque ya hemos comentado en varias ocasiones que lo ideal en la edad adulta es tomar leches desnatadas, haremos la comparativa sobre leche entera ya que ésta es la forma natural de la leche en su origen.

Es importante destacar que las leches desnatadas no son perjudiciales ni menos nutritivas. También es muy habitual que los pacientes nos comenten que han oído que la leche desnatada “es como agua” o que “lleva más agua que leche”. La industria, lo único que hace para desnatar la leche es meterlas en su forma entera en grandes centrifugadoras, me modo que al girar muy rápidamente se separan los dos componentes:

  • La leche desnatada cargada de vitaminas hidrosolubles, minerales como el calcio, proteínas, etc).
  • La grasa o nata de la leche.

Como vemos, a la leche desnatada no se le añade agua, simplemente se retira la grasa. Sí es cierto que con la grasa se pierden algunas vitaminas liposolubles pero las leches industriales ya van enriquecidas en estas vitaminas.

Leche de vaca

Su versión entera tiene unas 66 kcal/100 g. Tiene una proteína de gran calidad que se asimila muy bien pero no es un alimento especialmente rico en proteínas, ya que la cantidad de grasa supera a la proteína y la cantidad de azúcar (lactosa) es aún mayor que las dos anteriores.

Lo más valorado de este alimento es el calcio, ya que es un calcio muy biodisponible (muy aprovechable) y aparece en cantidades importantes de unos 121 mg/100g. El calcio se absorbe mucho mejor en la leche desnatada que en la leche con grasa o entera.

Leche de cabra

Tiene unas 67 kcal/100 g y su contenido en grasa, azúcar (lactosa) y proteínas es muy similar al de la leche vaca.

La leche de cabra es más digestiva porque presenta un porcentaje más bajo de caseínas (un tipo de proteína presente en las leches animales que tiene una digestión más lenta) y además, los glóbulos de grasa de la leche de cabra son más pequeños y por tanto, las enzimas digestivas los digieren mejor. En casos de digestiones pesadas, acidez, úlceras, etc es más conveniente hacer uso de la leche de cabra (siempre mejor en su versión desnatada) que elegir la de vaca.

El aporte de calcio es de unos 110 mg/100 g e igualmente, se absorbe mejor si la leche es desnatada.

Leche de oveja

Es un tipo de leche que en su versión entera (con toda su grasa) tiene un aporte calórico notablemente superior que las dos anteriores, ya que alcanza las 100 kcal/100 g. El aporte de azúcar (lactosa) es superior pero muy similar al de las leches de vaca y cabra, sin embargo el contenido de proteínas y de grasa de la leche de oveja es muy superior al de las anteriores. También presenta cantidades notablemente más altas de calcio (unos 183 mg/100 g) y ligeramente superiores de vitaminas y minerales. La leche de oveja es muy interesante por tanto en los casos de personas con problemas de desnutrición.

Su versión desnatada (baja en grasa pero igualmente rica en proteínas de calidad) es interesante en los casos de personas ovolacteovegetarianas, ya que su dieta suele ser algo escasa en proteínas. También es un buen complemento para aquellas personas que por preferencias, por problemas de masticación o por cualquier otra causa no incluyen cantidades suficientes de carnes, pescados y huevos en su dieta, ya que el consumo de ésta leche les ayudará a complementar el aporte de proteínas. No podemos perder de vista que la cantidad de caseínas en la leche de oveja es superior a la cantidad de estas proteínas en la leche de vaca, por lo que no conviene abusar de su consumo.