Postres dietéticos

Postres dietéticos

En ocasiones durante las dietas de adelgazamiento, aun cuando la dieta resulta agradable y satisfactoria, el cuerpo nos pide algo dulce para saciar no sólo el apetito, sino también nuestras apetencias. Atender a estas necesidades es esencial y muy sano desde el punto de vista psicológico.

Propondremos algunos postres ligeros que se pueden tomar ocasionalmente en los menús para adelgazar.


Postres aptos para las comidas del mediodía

Los postres que llevan frutas o leche se tomarán tras la comida en lugar de tras la cena, esto es así porque las frutas y la leche son ricas en azúcares (fructosa y lactosa respectivamente) y por la noche, momento en el que nuestro metabolismo funciona más lentamente, estos azúcares pueden acumularse en forma de grasa.

  • Sorbete de limón

    Como ingredientes debemos preparar una taza de leche desnatada y otra de zumo de limón colado, ralladura de piel de un limón, dos claras de huevo y edulcorante en polvo al gusto.

    Batimos la leche con el zumo, la ralladura del limón y el edulcorante acalórico, y lo llevamos al congelador, sin olvidarnos de moverlo cada 20-30 minutos para que no se cristalice. Una vez escarchado, batimos las claras a punto de nieve e incorporamos a la preparación con movimientos envolventes para que quede cremoso. Si se necesita, se puede añadir agua fría mientras se bate enérgicamente para que quede más líquido.

  • Postre de fresas

    Preparamos 2 tazas de fresas batidas y coladas con el chino, hasta obtener un puré fino, un yogur desnatado natural sin azúcar, dos claras de huevo, dos cucharadas de zumo de naranja colado, edulcorante acalórico al gusto y un sobre de gelatina sin sabor.

    Disolvemos la gelatina en el zumo de naranja y dejamos reposar por 10 minutos. Lo colocamos en el fuego muy bajo hasta que se vuelva líquida nuevamente e incorporamos el puré de fresas. A parte batimos las claras a punto nieve y se agrega el edulcorante en polvo poco a poco.

    Por último incorporamos el merengue a la preparación anterior con movimientos envolventes, hasta que se integre completamente. Se vierte la preparación en copitas y se lleva a la nevera por 2 horas.

Postres aptos para las cenas

A últimas horas del día el cuerpo tiene mayor dificultad para quemar el exceso de calorías y tiende a acumularlas en forma de grasa. Debido a esto, para las noches hemos elegido postres ricos en proteínas ya que las proteínas son el único macronutriente que no tiene capacidad para acumularse en forma de grasa.

  • Merengue ligero

    Para el merengue ligero necesitamos tres claras de huevo, un chorrito de zumo de limón o canela en polvo y edulcorante en polvo al gusto.

    Batimos las claras a punto de nieve y cuando estén listas añadimos la sacarina en polvo lentamente sin dejar de batir, añadimos también el zumo de limón o la canela. Una vez obtenida la textura deseada, lo ponemos en pequeños montoncitos (podemos usar una manga con boquilla grande) y lo llevamos al horno a baja temperatura (150º) unos 30 minutos. Se recomienda vigilarlos en el horno para sacarlos cuando estén listos.

  • Merengue de café

    Necesitamos 6 claras de huevo, edulcorante en polvo y una cucharada sopera de café soluble (puede ser descafeinado).

    Batimos las claras a punto de nieve hasta que estén consistentes y comenzamos a agregar el edulcorante en polvo poco a poco, sin parar de remover y seguidamente el café soluble. Colocamos el merengue en pequeños montoncitos sobre un trozo de papel de plata. Meter al horno a baja temperatura (unos 150º) durante 40 minutos aproximadamente y dejar que se enfríen con la puerta abierta. Cuanto más prolongado es el tiempo de secado más crujientes resultan, conviene vigilarlos en el horno y sacarlos cuando estén listos.

    Estos postres no sólo son ligeros, sino también muy nutritivos por su aporte de proteína de calidad, micronutrientes y antioxidantes naturales.

    No obstante, desde el punto de vista de la reeducación alimentaria no se recomienda tomarlos más de un par de veces por semana. Esto es así, porque no debemos acostumbrar a nuestro cuerpo a tomar alimentos dulces en nuestros menús semanales, sino de forma ocasional.