Patatas asadas

Patatas asadas

Los platos de patata también pueden ser ligeros y sencillos de preparar, las patatas asadas al horno son un buen ejemplo.

Ingredientes (1 persona)

  • 1 patata
  • 1 diente de ajo
  • Pimentón
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • Sal y pimienta

Elaboración

Precalienta el horno a 200ºC durante unos minutos. Pela y ralla el diente de ajo y ponlo en un cuenco con aceite de oliva y una cucharadita pequeña de pimentón.

Lava la patata enérgicamente raspando bien posteriormente con un trapo limpio y seco. Pártelas en rodajas muy, muy finas de forma transversal pero sin llegar a separar cada una de las rodajas (unidas por abajo).

Colócalas en una fuente de horno, añade sal y pimienta, el aliño de ajo procurando que penetre bien y métalas en el horno unos 40 minutos, hasta que se vean doradas pero tiernas.

Comentario del dietista

La patata es un alimento rico en hidratos de carbono de absorción lenta por lo que permite que la liberación de glucosa a la sangre sea progresiva y no haga picos bruscos de azúcar en sangre. Tras los hidratos de carbono, el macronutriente más abundante es la proteína (aunque ya es escasa) seguido de la grasa que es casi inexistente en este alimento.

En la patata es más relevante el contenido minerales que el de vitaminas, ya que algunas de ellas se pierden fácilmente al retirar la piel y durante su almacenamiento y cocinado. Aunque la cantidad no es demasiado elevada no podemos olvidar que también presenta fibra, lo cual ayuda aun más a controlar los niveles de azúcar en sangre y la liberación de insulina. Esto es más relevante en los casos de diabetes.

El sencillo aliño de esta receta no lo es tanto si nos fijamos en sus propiedades nutricionales, ya que es un verdadero cóctel de sustancias muy apreciadas. El pimentón por ejemplo, es una especia muy rica en vitamina k y en vitaminas del grupo B, entre las que destacan la B6 y B5. Es rico en antioxidantes como la capsantina entre otros carotenos. Destacan además los minerales como el magnesio, el cinc y el potasio. También como parte del aliño tenemos el aceite de oliva, rico en vitamina E con función antioxidante y ácidos grasos monoinsaturados ideales para los problemas cardiovasculares e inflamatorios. El último ingrediente del aliño no podía ser mejor, el ajo. Es un alimento al que se le atribuyen propiedades de antibiótico natural y presenta en su composición sustancias como los aminoácidos (son los componentes que forman las proteínas), minerales como manganeso, potasio, calcio y fósforo, vitaminas como la C y la B6 y otras muchas sustancias activas menos conocidas como los compuestos sulfurosos.