Consejos para hacer dieta en Semana Santa

Consejos para hacer dieta en Semana Santa

Las fiestas y los días sociales son los momentos más temidos para todos aquellos que siguen una dieta para adelgazar.

En algunos casos, en los que el sobrepeso no es demasiado alto o en personas que lleven un largo periodo de tiempo siguiendo una dieta de adelgazamiento, es conveniente hacer un paréntesis en la dieta en los días más especiales de las vacaciones. En estos casos, lo ideal es comer de todo pero evitando siempre los excesos, manteniendo un orden adecuado de comidas y respetando los horarios habituales si es posible.

Es importante evitar la tendencia a probar todo lo que vemos sobre la mesa o lo que hay en el frigorífico y limitarse a tomar lo que realmente no apetece, sin excedernos en la cantidad.

Para los que deben o quieren respetar su dieta, en la medida de lo posible, en estos días de Semana Santa veremos algunos consejos para los días especiales:

  • Recuerda que los menús de los días de vacaciones en general, deben constar de un primer plato con abundantes verduras y un segundo a base de pescado, carne magra, huevo o marisco. Evita el pan, bebe agua y de postre elige infusión.

  • Si comes en restaurante elige ensaladas que puedas aliñar tú evitando las que lleven salsa y platos poco elaborados (solomillos, lomo de ternera, pollo o pavo a la brasa o plancha, pescados a la sal, brochetas…).

  • Aprovecha los ratos libres para hacer alguna actividad que te mantenga activo.

  • Propón planes “moviditos”, tenemos la mala costumbre de buscar el ocio sólo comiendo y bebiendo y hay que deshacerse de esta tendencia.

  • Evita las tentaciones que realmente te supongan un gran esfuerzo, si algo te apetece mucho ¡adelante! pero se sensato y ten en cuenta los extras que vas tomando para controlar otras tentaciones que puedan aparecer. También puedes esperar para tomarlo en uno de los días más señalados de las fiestas.

  • Elije agua como bebida principal. Los refrescos light o sin azúcar tienen muy pocas calorías, aunque es mejor evitarlos.

Sabemos que en ocasiones se dan situaciones que nos ponen en un compromiso y, curiosamente, estas situaciones suelen ser distintas según el destino. Vamos a ver algunos casos y las soluciones para salvar la situación con éxito:

Semana Santa en la playa

¡Seguro que tus amigos o familiares querrán comer paella! En este caso puedes ponerte un platito moderado de paella y pedir de segundo plato un filete de pescado blanco a la plancha. Siempre es bueno que haya al medio una ensalada sencilla o unas verduritas.

En los sitios de costa donde el pescado y marisco es tan rico y fresco, hay muchas opciones ligeras que son ideales para respetar la dieta como el pulpo con pimentón (mejor sin patata), los salpicones de marisco, sepia o calamar a la plancha, pescados al horno o asados, ensaladas de marisco, etc.

Anima a tus acompañantes a pasear por la playa (es estupendo pasear por la orilla sumergido hasta la espinilla, notarás como trabajan los músculos de tus piernas enseguida), alquilar barcas de pedales o bicicletas, hacer alguna actividad acuática como la conocida "banana loca"... ¡todo lo que te mantenga activo vale!

Semana Santa en un destino rural

Es muy común que las casas rurales tengan una barbacoa y más común aún ¡que caigamos en la tentación de usarla! En este caso, lo más sensato es acompañar a quién se encargue de las tareas de la compra y estar atento para que en la barbacoa, además de estar presentes los alimentos grasos como puedan ser la panceta, las chuletas de cerdo y cordero, los chorizos, etc (alimentos que deben evitarse), estén también los solomillos de cerdo, ternera, pollo o pavo.

En las zonas rurales hay que aprovechar para tomar verduras de temporada, pues su sabor es realmente diferente al de las verduras que podamos comprar en supermercados. Aprovecha para comprar papel de aluminio, verduras y un poquito de pimienta y acompaña la carne a la barbacoa con una guarnición de lo más exquisita y ligera. Las frutas también son más sabrosas y están cargadas de vitaminas.

No puedes dejar de proponer un día de senderismo, una ruta en bicicleta o cualquier actividad que te permita disfrutar del paisaje y te mantenga activo.

Semana Santa esquiando

¡Pues seguro que te toca comer un bocadillo en las pistas al mediodía! No pasa nada, es cuestión de elegir alimentos ligeros y retirar parte de la miga del pan. Puedes hacerte bocadillos de pollo con lechuga, de atún al natural con tomate, de pavo con pimienta y salsa de yogur casera, lomo embuchado con tomate, etc.

Asegúrate de tener en tu habitación alimentos que te sirvan para complementar tus bocadillos y para hacer pequeñas tomas ligeras (fiambre de pavo o jamón york, queso fresco, frutas y yogures). Recuerda que hay que ser cauto si vamos a hacer la cena fuera de casa, eligiendo siempre los alimentos más convenientes como hemos visto al principio del artículo.

En este caso, no es necesario que propongas más planes moviditos, el esquí desgasta mucho y quemarás muchas calorías.

Semana Santa visitando una ciudad

Si vas a visitar una ciudad española acompañado ¡no te vas a librar de la ruta de tapas aunque quieras! Propón a tus familiares o amigos salir de tapeo al mediodía en lugar de por la noche, así a lo largo del día tu cuerpo tendrá más tiempo para deshacerse de las calorías extra y habrá menos posibilidades de acumular el exceso de calorías en forma de grasa.

Elige refrescos light. Recuerda que el alcohol tiene aún más calorías que los azúcares, reduce su ingesta al máximo. Cuidado con la cerveza sin alcohol porque, aunque menos, también tiene calorías. Evita los rebozados y los alimentos grasos en sí mismos. Toma sólo las tapas que te apetezcan realmente y tiende a elegir por ejemplo, boquerones en vinagre escurridos, anchoas con tomate, porciones de tortillas de verdura, langostinos a la plancha, brochetas, lacón, magro con tomate, lomo embuchado, jamón serrano sin tocino… usa los encurtidos (pepinillos y cebollitas) como comodín.

Busca un mapa y prepara una ruta para ver todos los sitios importantes de la ciudad, evita el transporte y ve siempre caminando, disfrutarás el doble y quemarás muchas calorías.

Y si vas de visita a una ciudad fuera de España ¡libérate! En este caso debes aprovechar para conocer la cultura gastronómica del país sin presiones, pero sin perder de vista que eres una persona que se cuida y por tanto, que siempre evita los excesos.